EDUCAR DE GABRIEL CELAYA


Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca…
Hay que medir, pensar, equilibrar…
y poner todo en marcha.

Pero para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino…
un poco de pirata…
un poco de poeta…
y un kilo y medio de paciencia concentrada.

Pero es consolador soñar,
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño,
irá muy lejos por el agua.

Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.

Soñar que, cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera enarbolada.


Buenos días historiadores, como habéis podeido leer en el post de hoy os traemos un precioso poema sobre la educación que comentaremos más abajo. ¡Esperemos que os guste!

Estamos ante un poema de Gabriel Celaya siendo éste un poeta español de la generación literaria posguerra. Celaya fue un gran representante de la poesía social de la época.

En este poema Celaya nos quiere transmitir la importancia de la educación siendo ésta una herramienta imprescindible en el niño que perdurará a lo largo de su vida.
El docente tiene un relevante papel a la hora de educar al niño.   
Como menciona Celaya, el profesor debe tener un poco de marino, pirata y poeta. Es decir, como marino conocerá en profundidad su profesión. Como pirata, con buen sentido del humor, valentía y habilidad.Como poeta, el profesor debe mostrar cariño al niño, ayudarle en lo que  sea necesario y ser una persona sensible. 
Además de estos roles o personalidades cabe destacar que esta profesión es una de las que más paciencia requiere.

Otro aspecto a destacar es que el proceso o viaje en el que se embarca el niño seguirá su curso independientemente de la presencia y actividad del docente, el niño llevará consigo todos los conocimientos, valores y educación en general que el maestro transmitió.
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Esta profesión es muy especial debido a la gran influencia que ejerce el docente sobre el alumno, ya que sus palabras harán que la persona llegue muy lejos en su vida pero teniendo en cuenta el papel del profesor en el ámbito educativo.

En la última estrofa Celaya quiere transmitir que la esencia o huella que el profesor deja en cada alumno perdura a lo largo de sus vidas.

Desde nuestro punto de vista el hecho de enseñar, más que un empleo es un privilegio incomparable pudiendo construir o moldear al niño según su forma de enseñar, valores, creencias etc.
La educación es como un inmenso océano en el cual tienes un amplio abanico de posibilidades y una gran libertad a la hora de enseñar. 
Como futuros docentes trataremos de buscar la mejora en la persona, buscando lo mejor de cada alumno, transmitiéndole unos adecuados valores, conocimientos, actitudes... Y no sólo conocimientos teóricos sino enseñarle cómo enfrentarse a los diversos obstáculos a los cuales se enfrentarán a lo largo de sus vidas. Todo esto constituirá el motor de su barca, el cual le permitirá navegar a cualquier sitio y de manera independiente.

Como conclusión, el hecho de ser docente es mucho más que una profesión.

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